Además de un examen físico general, el médico podría utilizar diferentes pruebas para diagnosticar el cáncer de mama. Adicionalmente, para determinar su estadio y para saber qué tipo de tumor es.
1.1.1 Pruebas sanguíneas y en tejidos
Con frecuencia se recomiendan algunas pruebas de sangre para investigar la causa de los síntomas como fatiga, debilidad, fiebre, hematomas o pérdida de peso. Existen también pruebas de sangre que miden los niveles de diferentes sustancias en sangre y otros que son denominados marcadores tumorales que pueden indicar el sitio del cuerpo al que se ha extendido el tumor.
• Mamografía: es una radiografía de la mama empleada para descubrir algo fuera de lo habitual que no se perciben al tacto. La mamografía se utiliza para detectar cáncer de mama
• Ecografía mamaria: imágenes de estructuras profundas del cuerpo producidas a través de ondas sonoras. La ecografía puede usarse para determinar si un nódulo mamario es una masa sólida o un quiste lleno de líquido
• Imágenes mamarias por resonancia magnética: el equipo de resonancia magnética usa un imán y ondas de radio para producir imágenes del interior de las mamas. Antes de la resonancia magnética de mamas, se le aplica al paciente una inyección de un tinte. A diferencia de otros tipos de pruebas de diagnóstico por imágenes, la resonancia magnética no usa radiación para crear las imágenes.
La biopsia es la única prueba definitiva para hacer un diagnóstico de cáncer de mama. En la biopsia, el médico usa una aguja especializada guiada por radiografía u otra prueba de diagnóstico por imágenes para extraer una muestra de células del área sospechosa. Con frecuencia, se deja un pequeño marcador metálico en el sitio dentro de la mama para poder identificar el área con mayor facilidad en pruebas de diagnóstico por imágenes futuras. Las muestras de la biopsia se envían al laboratorio para que los expertos las analicen y determinen si las células son cancerosas. Una muestra de biopsia también se analiza para determinar el tipo de células involucradas en el cáncer de mama, la agresividad (grado) del cáncer, y si las células cancerosas tienen receptores hormonales u otros receptores que puedan influir en las opciones de tratamiento.
1.3 Pruebas para ver si hay propagación
Si el médico sospecha que el cáncer pudo haberse propagado a otras partes de su cuerpo, será necesario realizar más pruebas como: radiografías de tórax, tomografías computadas, gammagrafías óseas o imágenes por resonancia magnética.
1.4 Detección durante el embarazo
El cáncer de mama durante el embarazo no es común. Sin embargo, si se detecta alguna protuberancia o algún cambio inusual en las mamas, es importante consultar al médico de inmediato.
Existen varias opciones de tratamiento para el cáncer de mama. Estos tratamientos pueden dividirse en 2 categorías:
Tratamiento sistémico (cuerpo entero):
para células cancerosas en cualquier lugar del cuerpo
• Terapia hormonal
• Terapia dirigida
• Quimioterapia
Terapia local:
para células localizadas únicamente en la mama
• Cirugía
• Radioterapia
El tratamiento se determina según el tipo de cáncer de mama, su estadio, tamaño, y si las células cancerosas son sensibles a las hormonas o ciertas terapias dirigidas. Es importante tener en cuenta el estado de salud general y las preferencias del paciente.
Actualmente, no existe una cura para el cáncer de mama avanzado; sin embargo, existen tratamientos que pueden ayudar a controlar la enfermedad evitando el crecimiento y la extensión del tumor.
Algunos tratamientos pueden hacer que los tumores dejen de crecer, crecer más lentamente, o disminuir su tamaño.
La respuesta al tratamiento se mide como respuesta completa, si el tumor desapareció; respuesta parcial, si redujo su tamaño; enfermedad estable, si mantiene el mismo tamaño. El médico puede observar cambios en los tumores por medio de análisis de sangre y estudios por imágenes.
2.1.1 Cirugía de cáncer de mama:
Las operaciones que se utilizan para tratar el cáncer de mama son las siguientes:
• Extracción del cáncer de mama (tumorectomía): se extrae el tumor y un margen pequeño del tejido sano que lo rodea. Se recomienda la tumorectomía para extraer tumores pequeños. Algunas personas con tumores más grandes pueden ser tratadas con quimioterapia antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor a fin de que se pueda extraer por completo.
• Extracción de toda la mama (mastectomía): se extrae la totalidad del tejido mamario: los lobulillos, los ductos, el tejido graso y algo de piel, incluso el pezón y la areola. En algunos casos, se pueden utilizar técnicas quirúrgicas más nuevas para mejorar la apariencia de la mama. La mastectomía con conservación de piel y la mastectomía con conservación de pezón son operaciones cada vez más frecuentes para el cáncer de mama.
• Extracción de una cantidad limitada de ganglios linfáticos: si no se detecta cáncer en esos ganglios linfáticos, las probabilidades de que esté presente en los demás son bajas y no es necesario extraer otros ganglios.
• Extracción de varios ganglios linfáticos: extracción de los ganglios linfáticos axilares.
• Extirpación de las dos mamas: a algunas mujeres que tienen cáncer en una mama se les recomienda que también se les extraiga la otra si es que tienen un riesgo muy elevado de tener cáncer en ella debido a una predisposición genética o a antecedentes familiares fuertes.
La cirugía de cáncer de mama conlleva el riesgo de sufrir dolor, sangrado, infección e inflamación de los brazos. Después de la cirugía, las opciones de reconstrucción mamaria pueden comprender la reconstrucción con un implante mamario (de silicona o agua) o mediante el uso del propio tejido del paciente. Estas operaciones se pueden llevar a cabo en el momento en que se realice la mastectomía o después, dependiendo de la opinión de su médico.
2.1.2 Radioterapia
La radioterapia utiliza rayos de energía de gran potencia, como los rayos X y los protones, para eliminar las células cancerosas. Puede aplicarse de forma externa, mediante el direccionamiento de rayos de energía al cuerpo (radiación externa) o puede administrarse mediante la colocación de material radioactivo en el interior del cuerpo (braquiterapia).
La radioterapia puede ser una opción de tratamiento después de una tumorectomía para bajar el riesgo de recurrencia.
Los médicos también pueden recomendar la aplicación de radioterapia en la pared torácica después de una mastectomía, para los tipos de cáncer de mama de mayor tamaño o los que se diseminaron a los ganglios linfáticos.
Entre los efectos no deseados de la radioterapia se encuentran: la fatiga y una erupción de color rojo similar a las quemaduras solares en el lugar en donde se aplica la radiación. El tejido mamario también puede verse inflamado o más firme.
La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células de crecimiento rápido, como las células cancerosas. Si hay un riesgo alto de que el cáncer vuelva a aparecer o se extienda a otra parte del cuerpo, el médico puede recomendar quimioterapia después de la cirugía para reducir la probabilidad de recurrencia.
En ocasiones, la quimioterapia puede indicarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y así poder extraerlo con mayor facilidad durante la cirugía.
La quimioterapia también se utiliza en mujeres con cáncer que ya se ha propagado a otras partes del cuerpo. La quimioterapia puede recomendarse para intentar controlar el cáncer y para disminuir los síntomas que éste causa.
Los efectos no deseados de la quimioterapia dependen de los medicamentos. Algunos de los efectos secundarios frecuentes son caída del cabello, náuseas, vómitos, fatiga y mayor riesgo de padecer infecciones. Los efectos secundarios poco frecuentes pueden incluir menopausia prematura, esterilidad (si se trata de una mujer premenopáusica), lesión al corazón y a los riñones, lesión a los nervios y, en raras ocasiones, cáncer de las células sanguíneas.
Generalmente, se utiliza para tratar los casos de cáncer de mama que son más sensibles a las hormonas. La terapia hormonal puede usarse antes o después de una cirugía u otros tratamientos para disminuir la probabilidad de recurrencia del cáncer. Si el cáncer ya se ha expandido, la terapia hormonal podría disminuir el tamaño del tumor y controlarlo.
Los tratamientos que pueden usarse en la terapia hormonal incluyen los siguientes:
• Medicamentos que impiden que las hormonas se adhieran a las células cancerosas (moduladores selectivos de los receptores de estrógeno)
• Medicamentos que impiden que el organismo produzca estrógeno después de la menopausia (inhibidores de la aromatasa)
• Cirugía o medicamentos para detener la producción de hormonas en los ovarios
Entre los efectos secundarios de la terapia hormonal se destacan: sofocos, sudores nocturnos y sequedad vaginal. Los efectos secundarios más graves comprenden el riesgo de adelgazamiento de los huesos y de coágulos de sangre.
2.2.3 Medicamentos de terapia dirigida
Los tratamientos con medicamentos dirigidos atacan las anomalías específicas de las células cancerosas. Por ejemplo, muchos medicamentos de terapia dirigida se centran en una proteína que producen en exceso algunas células del cáncer de mama denominada «receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano» (HER2). La proteína ayuda a que las células del cáncer de mama crezcan y sobrevivan. Al atacar las células que producen demasiado HER2, los medicamentos pueden dañar las células cancerosas sin afectar las células sanas.
También hay medicamentos de terapia dirigida que se centran en otras anomalías de las células cancerosas.
Se pueden analizar las células cancerosas del paciente para determinar si los medicamentos de terapia dirigida podrían ser beneficiosos. Algunos medicamentos se utilizan después de la cirugía para reducir el riesgo de que el cáncer regrese. Otros se utilizan en casos de cáncer de mama avanzado para desacelerar el crecimiento del tumor.
Durante los primeros días o semanas posteriores al diagnóstico de Cáncer de Mama, probablemente predomine la desorientación y pensar con claridad sea una tarea difícil, así como tomar decisiones. Esta es una etapa que muchas personas tienen que transitar antes de aceptar el diagnóstico y establecer un plan de tratamiento específico para tomar control de la enfermedad.
El tratamiento se volverá parte fundamental de la rutina diaria del paciente por lo que es indispensable que el médico tenga en cuenta el estado de salud general del paciente y su estilo de vida.
Es importante que el paciente conozca todas las opciones de tratamiento disponibles, de acuerdo con el perfil de su enfermedad, de forma tal que pueda contribuir en la selección del plan de tratamiento. El objetivo será ganar el máximo control de la enfermedad con la menor cantidad de efectos secundarios.
1. “Avanzando en su travesía, una guía para entender el cáncer de mama avanzado postmenopáusico y su tratamiento”, septiembre 2013, Novartis Argentina S.A.
2. https://makeyourdialoguecount.com/
3. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/breast-cancer/symptoms-causes/syc-20352470
4. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/breast-cancer/diagnosis-treatment/drc-20352475
5. https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-seno/acerca/que-es-el-cancer-de-seno.html